El propano existe en dos formas: líquido y gas. El propano en su tanque se almacena a presión para mantenerlo por debajo de su punto de ebullición de -42.7778 C, donde toma una forma líquida que requiere menos volumen durante el almacenamiento. 

A medida que se libera gas propano líquido (GLP) en las líneas de suministro de sus electrodomésticos, la presión disminuye y el propano comienza a “hervir” como gas. Esto es lo que alimenta y alimenta los electrodomésticos y sistemas de calefacción de su hogar. 

La cuestión de la densidad del propano es importante al considerar qué precauciones de seguridad podrían ser necesarias si alguna vez sospecha una fuga en su tanque de almacenamiento, dentro de sus líneas de suministro o si hay un problema con un electrodoméstico. 

Debido a que el propano es más pesado que el aire, el gas se asentará al nivel más bajo posible. En el exterior, esto generalmente no es un problema, ya que el gas generalmente se diluye rápidamente en la atmósfera y se disipa a través del viento y otros factores ambientales.

El clima más frío tiende a mantener el vapor unido por más tiempo, mientras que el gas se evapora rápidamente en condiciones más cálidas. 

En el interior, sin embargo, el propano filtrado se asentará en los sótanos y los espacios de acceso. Como cualquier otra fuente de combustible, si el gas propano escapado se acumula en estas áreas y entra en contacto directo con una llama u otra fuente de combustión, podría encenderse y causar daños. Siempre tenga en cuenta el olor a "huevo podrido" en áreas bajas. 

Si bien el propano es naturalmente inodoro, los procesadores agregan el olor desagradable como medida de seguridad y para alertar a los usuarios sobre cualquier fuga de gas. 

Además, si bien los detectores de monóxido de carbono tradicionales no detectan una fuga de gas, hay una serie de productos que constantemente “huelen” y detectan incluso la fuga más pequeña y alertan a los usuarios de inmediato. 


Extraído de: https://buff.ly/3jHwnk2

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