Preste mucha atención a los olores extraños o los leves silbidos que se originan alrededor de su estufa. Estos síntomas pueden indicar una fuga. Si su estufa tiene una línea de gas defectuosa, perderá gas incluso cuando no esté cocinando. 

La forma más sencilla de comprobar si hay una fuga es sacar la estufa lo suficiente para acceder a la línea de gas y cepillar los accesorios con agua jabonosa con un hisopo de algodón. Si uno de ellos comienza a burbujear, tienes una fuga en las manos.

Las fugas deben tratarse de inmediato, ya que pueden representar un riesgo grave para la seguridad.


Extraído de: https://buff.ly/3jLSA06

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